Si estás decidida/o a perforarte o ya lo hiciste, deberás estar segura de los cuidados que debes de tener con tus perforaciones y que logre sanar de una manera correcta, aquí te decimos los pasos que debes de cumplir para la sanación de tus perfos.
¿Sabías que en países de Latino América se acostumbra más a perforar las orejas de las recién nacidas?
Claramente el lóbulo no es el único lugar donde podrías decorar tu oreja con un lindo arete. ¿Conoces los diferentes tipos de perforaciones?
Para empezar, debemos tener muy en cuenta que los mejores materiales para perforar tu oreja. Los materiales más empleados en la realización de los piercings son el titanio, oro y acero quirúrgico. Los dos primeros poseen las ventajas de que la curación de la herida que se produce sea más rápida, su peso es menor y en cuanto al titanio, existe mayor variedad de colores; además es el material que resulta más compatible con el organismo humano.
Hay demasiados diseños que puedes usar para tus diferentes perforaciones en la oreja y por lo tanto esto mismo ha hecho a los especialistas en joyería evolucionar los diseños para lograr complacer a los clientes. La elección del diseño, siempre, correrá por exclusiva cuenta de quien los usará: étnicos, atrevidos, clásicos, pequeñas argollas, con piedras. Con calaveras, forma de animalitos, estrellas, hojas, claves de sol o un simple brillo.
Pero se deben tener en claro sobre todo los cuidados que requiere dicha práctica para evitar infecciones y saber cómo curar un piercing en la oreja.
- Usar el arete que se colocó para la perforación durante todo el tiempo hasta la cicatrización (45 a 60 días dependiendo de la zona y de la persona).
- No tocarse todo el tiempo el arete ni la zona de la perforación y evitar que roce otras superficies como recargarse en la zona mientras se duerme o jalones con el cabello.
- Seguir las indicaciones del especialista que hizo la perforación, que seguramente incluirán una rutina de limpieza con hisopos y jabón neutro antibacteriano o como nosotras siempre recomendamos; solución salina.
- Al momento de realizar la limpieza diaria, lavarse las manos con el jabón antibacteriano y agua tibia a caliente y frotar suavemente alrededor de todo el arete para eliminar cualquier suciedad. O con un algodón embebido en suero fisiológico.
Nos llegan mensajes de algunas clientas preocupadas porque unos días después de realizar la perforación les provoca cierto dolor, un edema o incluso alguna reacción alérgica, de lo cual no hay que preocuparse sin embargo recomendamos seguir con los mismos cuidados que se les habían proporcionado.
En dicho sentido, los cartílagos son los que tienen mayor riesgo de infectarse ya que en esa zona es menor el flujo de sangre, el proceso de cicatrización puede variar y ser de hasta 9 meses. Ante un caso de infección que puedes reconocer con tensión en la zona, enrojecimiento exagerado, calor, mal olor o la aparición de líquido que drena por el orificio donde fue hecha la perforación es recomendado en este caso asistir o consultar con un médico para que te recete.